El mar y la tierra se unen para devolver la vida a las parcelas que han perdido sus nutrientes debido a la saturación que genera el sobreuso de fertilizantes químicos en el subsuelo. Ficosterra (ficossignifica alga en latín) apuesta por una agricultura de futuro que tiene su base en el pasado: la utilización de las algas y los microorganismos marinos como abonos y biofertilizantes, 100% vegetales y ecológicos. Luis Lombana es el CEO de esta empresa que basa su filosofía en la llamada economía circular, en dar una nueva vida a un subproducto o desecho. La empresa ha sido galardonada recientemente por CaixaBank con los Premios EmprendedorXXI como reconocimiento a su labor en el sector agrícola.
¿Qué puertas os ha abierto ser uno de los ganadores de los Premios EmprendedorXXI?
Quizás sea un poco prematuro contestar a esta pregunta, pero confiamos en hacer crecer nuestra notoriedad y posicionamiento en el sector empresarial. Decidimos presentarnos precisamente por eso, para dar a conocer un proyecto innovador como es Ficosterra, de la mano de una entidad tan prestigiosa como CaixaBank. Queremos agradecerle formalmente el fallo del jurado del premio.
¿Cómo surgió la idea de crear un fertilizante fabricado a partir de algas y otros nutrientes marinos?
El uso de algas como fertilizante en la agricultura lleva realizándose históricamente en zonas próximas a las costas. Ficosterra nace como spin off de Hispanagar, hecho que le ha permitido beneficiarse de su larga trayectoria como empresa líder en la producción de hidrocoloides. Sus estudios y numerosas investigaciones sobre las propiedades de las algas nos han servido como punto de arranque para iniciar nuestro proyecto empresarial. Además, el acceso a subproductos de la producción de agar-agar (gelatinas derivadas de las algas) y el desarrollo de una tecnología que potencia sus efectos, basada en el uso de microorganismos (Biological Croop Booster), nos ha permitido desarrollar una línea de productos absolutamente innovadores en la agricultura, cuyos resultados, ya fuera de laboratorio, estamos empezando a ver.
¿Cuáles son las cualidades esenciales de las algas que utilizáis y de qué nutrientes disponen para dotar al suelo de vida?
Los extractos de las algas que utilizamos (Gelidium y Macrocystis) permiten crear insumos con muy altas densidades de microrganismos regeneradores. Mediante una relación de coexistencia, los microorganismos cierran el ciclo de la materia orgánica, digiriéndola y liberando los nutrientes necesarios para la recuperación de la fertilidad de los suelos. Estos procesos metabólicos mejoran la sanidad de los cultivos, dando unas cosechas más sanas y abundantes.
¿Qué es y en qué consiste la tecnología BCB (Biological Crop Booster)?
El uso continuado de fertilizantes minerales y productos químicos ha provocado un deterioro significativo de la vida en el suelo agrícola. Lo que permite la tecnología Biological Crop Booster es devolver al suelo el estado natural de vida microbiana, aumentando la población de microorganismos beneficiosos para el suelo. De esta forma las raíces de las plantas absorben mejor los nutrientes y permiten un crecimiento de la planta más fuerte y sana.
¿En qué porcentaje vuestros fertilizantes mejoran la productividad del suelo? ¿Cómo actúan?
Hemos realizado números ensayos con diferentes cultivos: hortícolas, cereales, leguminosas, cítricos, fresas y frutos de baya, etc… Contamos con importantes casos de éxito en todos ellos. Lo que hemos podido contrastar hasta ahora, es que ha habido un notable incremento de productividad, entre un 8 y un 15%, según el tipo de cultivo, pero conseguido de una forma absolutamente sostenible y respetuosa con el medioambiente.
¿Cuál es la importancia de la restauración de la biología del suelo para mejorar la calidad de los cultivos?
Nos encontramos ante un agotamiento de los suelos; nuestra tecnología BCB sería el eslabón necesario para proporcionar a las raíces de las plantas los nutrientes bloqueados por un exceso de fertilización química.
¿Qué son las fitohormonas?
Las fitohormonas u hormonas vegetales son unas sustancias producidas internamente por una planta. Regulan su crecimiento y se usan como bioestimulantes. Actualmente estamos investigando en laboratorio la extracción de fitohormonas a partir de otro tipo de alga. Se trata de una nueva línea de producto que, hasta ahora, está dando muy buenos resultados y con la que tenemos unas expectativas de éxito muy altas.
¿Es vuestro producto más eficaz que los fertilizantes químicos?
Todos nuestros productos son compatibles con otros fertilizantes, ya sean de origen orgánico o químico. Su función es la de potenciar el efecto que ya tengan. El problema se encuentra en el uso continuado y desmedido de fertilizantes químicos que han llevado a contaminar acuíferos y a mermar significativamente la microbiología del suelo.
¿Por qué es tan importante para vuestra empresa la economía circular?
Podemos decir sin miedo a equivocarnos que la economía circular es el futuro de nuestra economía: dar nueva vida y un nuevo uso a un subproducto o deshecho es algo que, hasta ahora, era impensable. Afortunadamente, cada vez más esta práctica comienza a expandirse en nuestra cultura y Ficosterra nace con esa voluntad, dando nueva vida y usabilidad a un subproducto de Hispanagar.
Recientemente habéis recibido en Pekín el premio QIA, Quality Innovation Award, en la categoría microempresas y startups. ¿Supone este factor un paso más para la internacionalización de la empresa?
¡Sin lugar a dudas! Los Quality Innovation Awards son unos premios que surgieron en 2007 en el ámbito gubernamental finlandés (de hecho, los refrenda el presidente de la República de Finlandia). Su objetivo es reconocer proyectos innovadores. Desde entonces, han sido numerosos países los que se han sumado a esta iniciativa y, cuando supimos de su existencia, decidimos presentarnos en nuestra categoría (startups). Sabíamos que competíamos contra países muy potentes como China o Israel, pero confiábamos plenamente en nuestro proyecto y en las posibilidades que, a futuro, puede traer su desarrollo. Para nosotros es un verdadero orgullo que el presidente de un país como Finlandia, donde la economía circular es casi una cuestión de Estado, haya refrendado este premio que nos llega en un momento clave para convertirlo en una palanca de crecimiento de nuestro proyecto.
¿Cuáles son vuestras expectativas de crecimiento a largo plazo?
Ahora mismo, estamos implantando una red de distribuidores en España para poder acceder a agricultores de todos los puntos de la geografía del país, a la vez que exploramos el mercado marroquí y el centroeuropeo. Nuestra idea es tener una red de comercialización operativa en 2020 y ser un referente en la fabricación de bioestimulantes realizados a partir de recursos marinos.
¿Qué balance hacéis de vuestra primera etapa empresarial?
Estamos realmente satisfechos con los resultados obtenidos en esa primera etapa. Pero no hay que ser conformista. Nuestra voluntad de crecimiento es grande y para ello tenemos que seguir trabajando mucho, muchísimo diría yo. Pero sabemos que vamos en la buena dirección.