¿Por qué históricamente se ha utilizado tan poco este tipo de robótica para actividades submarinas?
Principalmente, porque no existían ROVs de tamaño reducido y bajo coste. Los vehículos submarinos que se suelen usar a nivel industrial requieren de entre 4 y 8 personas para manejarlos, tienen un tamaño y peso enorme y su precio supera el medio millón de euros. Todo eso ha llevado a que sea complicado extender su uso hasta que han aparecido otras opciones, como la que ofrecemos en Nido Robotics.
¿Cómo habéis logrado reducir los costes en materiales y equipo humano para hacer esta tecnología más accesible a las empresas?
No solo diseñamos nuestros productos, sino que también los fabricamos. No obstante, algunas piezas y componentes los compramos (como motores, por ejemplo) porque es mucho más rentable y lógico; no merece la pena dedicar tiempo a fabricar algo que ya existe. Además, disponemos de un modelo de vehículo que se puede vender desmontado (si así lo solicita el comprador) y él mismo puede ensamblarlo. Todo eso nos ayuda a reducir costes y, por tanto, nos permite tener una oferta adaptada a todo tipo de bolsillos.
¿Cuáles son las innovaciones que ofrecen vuestros drones subacuáticos respecto a otros modelos ya existentes?
Nuestros ROVs poseen unas características muy concretas que los diferencian de otros que hay en el mercado: su fácil manejo, su reducido tamaño y bajo peso, la calidad de sus imágenes, su versatilidad y su precio. Los vehículos fabricados por Nido Robotics se controlan a través de un mando, muy parecido al de una video consola, de manera que su uso sea muy intuitivo para todo tipo de usuarios. Incluso hemos visto a niños de 6 o 7 años que, en unos pocos minutos, se han convertido en pilotos de ROVs fenomenales. Hasta la fecha, la mayoría de ROVs que estaban en el mercado eran muy grandes y pesados, lo que dificultaba su transporte y, en general, hacía muy complicado su uso. Actualmente tenemos dos modelos en el mercado, el Sibiu Nano, de 5kg, y el Sibiu Pro, de 15kg.
¿Qué beneficios tiene el uso de estos dispositivos?
Solemos decir que el mayor beneficio es para las personas. Allá donde no sea necesario sumergir a una persona, siempre estaremos cuidando una vida. El trabajo submarino siempre entraña ciertos riesgos para el buzo, que se pueden evitar. Esto no quiere decir que los buzos vayan a desaparecer o que les pueda sustituir un dron, ni mucho menos. Disponer de un ROV te permite hacer inspecciones que realmente pueden ser muy peligrosas, o incluso llegar a lugares en los que una persona correría peligro, sin la necesidad de que así sea. Por otro lado, los vehículos submarinos teledirigidos alcanzan grandes profundidades, mucho más allá de lo que llegaría una persona. En concreto, nuestro Sibiu Nano puede llegar a los 100 metros y el Sibiu Pro hasta los 300. Además, son muy útiles para todo aquel que trabaje en el mar: científicos, servicios de seguridad, puertos, etc.
¿Qué utilidad pueden tener vuestros drones subacuáticos a control remoto en operaciones de rescate? ¿Cómo pueden ayudar a salvar vidas?
El reducido tamaño y peso del Sibiu Nano permite introducirlo en espacios a los que antes no se llegaba. Asimismo, el hecho de que incorpore cámaras y otras herramientas y de que se pueda sumergir hasta 100 metros, permite llegar a zonas donde una persona no podría o estaría poniendo su vida en peligro. Por ejemplo, en el interior de un pozo, como sucedió hace unas semanas durante las labores de búsqueda de un desaparecido en Sierra Espuña. Participamos de manera voluntaria en las labores de búsqueda de un chico que se creía que podía haber caído en algún pozo de nieve. Por desgracia, no le encontramos en ninguno de los pozos inspeccionados y sigue desaparecido.